martes, 1 de julio de 2008

El cura porrero

Curiosa noticia la que acabo de leer en el 20minutos: la guardia civil ha detenido al capellán de la prisión salmantina de Topas por tenencia de sustancias estupefacientes, más concretamente de marihuana. Por lo visto, al cura le gustaba fumarse sus porrillos con los colegas en el trullo. Si finalmente es encarcelado probablemente podrá seguir fumando con sus colegas en el trullo, aunque en este caso desde el lado oscuro.

Dejando de lado lo anecdótico de la noticia, es realmente vergonzosa la hipocresía de la sociedad en que vivimos, que condena el consumo de ciertas sustancias como algo indecente y pecaminoso, pero hace la vista gorda ante el consumo de otras sustancias igualmente calificables como drogas. La iglesia, por ejemplo, condena la marihuana pero bendice el vino. Sería interesante saber cuál de estas sustancias provoca más estragos entre sus adeptos.

Por no hablar de la hipocresía de una sociedad que se escandaliza ante la mención en una misma frase de las palabras "cura" y "droga", pero que hace la vista gorda cuando en una misma frase coinciden los términos "cura", "menor" y "abusos".

1 comentario:

Richard dijo...

Hola, con el tema de qué sustancia es más peligrosa, la hipocresía de la sociedad, etc., recomiendo la película "gracias por fumar", que además, es muy divertida.