Ahora o nunca (The bucket list, USA 2007)
Dirección: Rob Reiner.
Intérpretes: Jack Nicholson, Morgan Freeman, Sean Hayes, Rob Morrow, Beverly Todd, Alfonso Freeman, Rowena King.
Edward Cole y Carter Chambers sólo tienen una cosa en común: ambos son enfermos terminales de cáncer. Cole es un gruñón adinerado y solitario. Chambers es un humilde mecánico que ha vistos sus sueños frustrados. Ambos recibirán la noticia de que les quedan pocos meses de vida en la habitación que comparten en el hospital del que Cole es propietario. La amistad que va surgiendo entre ellos les empuja a relizar una locura: elaboran una lista con las cosas que desean hacer antes de morir y, una por una, se proponen realizarlas.
Dos actores de la categoría de Jack Nicholson y Morgan Freeman pueden hacer que una película tan irregular como esta no nos resulte demasiado pesada. Con un tema tan delicado como el enfrentamiento de dos enfermos terminales a sus últimos días, el film cae a veces en el sentimentalismo barato, y tampoco nos sorpende en ningún momento. Hay momentos divertidos que salpican esta historia triste. Tampoco faltan las habituales reflexiones moralistas sobre el destino, la felicidad y la soledad. Lo peor de la película es su final, previsible y lacrimógeno.
Dirección: Rob Reiner.
Intérpretes: Jack Nicholson, Morgan Freeman, Sean Hayes, Rob Morrow, Beverly Todd, Alfonso Freeman, Rowena King.
Edward Cole y Carter Chambers sólo tienen una cosa en común: ambos son enfermos terminales de cáncer. Cole es un gruñón adinerado y solitario. Chambers es un humilde mecánico que ha vistos sus sueños frustrados. Ambos recibirán la noticia de que les quedan pocos meses de vida en la habitación que comparten en el hospital del que Cole es propietario. La amistad que va surgiendo entre ellos les empuja a relizar una locura: elaboran una lista con las cosas que desean hacer antes de morir y, una por una, se proponen realizarlas.
Dos actores de la categoría de Jack Nicholson y Morgan Freeman pueden hacer que una película tan irregular como esta no nos resulte demasiado pesada. Con un tema tan delicado como el enfrentamiento de dos enfermos terminales a sus últimos días, el film cae a veces en el sentimentalismo barato, y tampoco nos sorpende en ningún momento. Hay momentos divertidos que salpican esta historia triste. Tampoco faltan las habituales reflexiones moralistas sobre el destino, la felicidad y la soledad. Lo peor de la película es su final, previsible y lacrimógeno.
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