El cuerno de la abundancia (España y Cuba, 2008)
Dirección: Juan Carlos Tabío.
Intérpretes: Jorge Perugorría, Enrique Molina, Paula Alí, Yoima Valdés, Laura de la Uz.
En un pequeño pueblo de Cuba, una noticia explota como un petardo: los que se apelliden Castiñeiras recibirán una jugosa herencia que unas monjas depositaron en un banco de Inglaterra en el siglo XVIII. Todos los que así se apellidan empiezan con los trámites para hacerse con su parte, pero, como es de imaginar, muchos obstáculos se cruzan en el camino. Bernardito (Jorge Perugorría) será el líder en esta disparatada búsqueda del tesoro.
Agridulce comedia cubana, que recuerda en ocasiones al Berlanga de Bienvenido Mister Marshall o de Plácido, sin llegar El cuerno de la abundancia, ni de lejos, al nivel de aquéllas. Es, no obstante, una modesta comedia coral que resulta entretenida, a años luz de la superproducción hollywoodiense de chiste fácil y encefalograma plano. Con actores desconocidos por estos lares (a excepción del protagonista, Jorge Perugorría, al que pude ver desde el balcón de la oficina el año pasado, cuando estuvo en Ibiza con ocasión del festival de cine de reciente creación y que ya agoniza este año), la película tiene esbozos de denuncia al régimen cubano, pero sin hurgar demasiado en la herida en ningún momento.
Dirección: Juan Carlos Tabío.
Intérpretes: Jorge Perugorría, Enrique Molina, Paula Alí, Yoima Valdés, Laura de la Uz.
En un pequeño pueblo de Cuba, una noticia explota como un petardo: los que se apelliden Castiñeiras recibirán una jugosa herencia que unas monjas depositaron en un banco de Inglaterra en el siglo XVIII. Todos los que así se apellidan empiezan con los trámites para hacerse con su parte, pero, como es de imaginar, muchos obstáculos se cruzan en el camino. Bernardito (Jorge Perugorría) será el líder en esta disparatada búsqueda del tesoro.
Agridulce comedia cubana, que recuerda en ocasiones al Berlanga de Bienvenido Mister Marshall o de Plácido, sin llegar El cuerno de la abundancia, ni de lejos, al nivel de aquéllas. Es, no obstante, una modesta comedia coral que resulta entretenida, a años luz de la superproducción hollywoodiense de chiste fácil y encefalograma plano. Con actores desconocidos por estos lares (a excepción del protagonista, Jorge Perugorría, al que pude ver desde el balcón de la oficina el año pasado, cuando estuvo en Ibiza con ocasión del festival de cine de reciente creación y que ya agoniza este año), la película tiene esbozos de denuncia al régimen cubano, pero sin hurgar demasiado en la herida en ningún momento.
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