Después de haberlos visto cien veces, uno no espera milagros ante un concierto más de A la púa. Pero es que además, esta vez las cosas estaban difíciles: el debut de un nuevo guitarra que bastante tiene con sacar adelante las canciones y el bajista con su habitual movilidad reducida dejaban toda la responsabilidad en manos de Juanfra. Una vez leí sobre John Bonham, el batería de Led Zeppelin, algo así como que su grandiosidad estaba en no hacer más de lo que podía. Y algo así pasó anoche; en lugar de apocarse, o de haberse dedicado a desfases histriónicos, Juanfra se limitó a hacer lo que sabe hacer: ser el líder de la mejor banda local de su generación.
La quietud de sus dos flancos curiosamente ayudó, ya que Juanfra no necesitó de aspavientos para transmitir nada, y pequeños gestos que otras veces se diluyen en el conjunto tomaron más protagonismo. Pero donde estuvo la clave fundamental para entender lo que pasó ayer fue en la mesa de mezclas. No sé cómo se llama el chico que se encargó ayer aunque lo he visto veinte veces, pero se puede dedicar a esto si quiere. A la púa es un grupo de rock español, sus letras transmiten algo, y merecen que la gente las entienda sin tener que memorizar los discos previamente. "Guitarras y voces", ha repetido Juanfra montones de veces. Ayer me acerqué un momento a la zona central y las guitarras me tiraban para atrás.
Que el concierto empiece y escuchar de forma limpia y contundente temazos como De frente, Cuerdas de papel o Fiel es el regalo que nos encontramos los que ayer esperábamos un concierto más de la noche de rock de las fiestas.
La evolución del concierto fue más o menos la habitual en una noche de las fiestas. A la púa ha llegado a ser la banda más importante de esta comarca no sólo por sus canciones, sino también por su relación cercana con sus fans y por ser los maestros y tutores de las bandas posteriores. Así que pasaron por el escenario la habitual tropa de amigos, colaboradores y discípulos. Y también, cómo no, hubo tiempo de tocar alguno de los temas del recuerdo, que hacen que uno se acuerde de cuánta gente ha pasado por la banda y ha ido dejando un legado que no desaparecerá. El concierto fue avanzando y, en poco tiempo que venía otro grupo después, terminó con la clásica versión de Kualkier día.
Después vinieron los Fenómenos Extraños, que demostraron que se puede seguir siendo un gamberro genial con cuarenta años o casi y nos tuvieron a todos riendo y bailando durante un buen rato.
En fin, una noche épica. Para no perdérsela.
4 comentarios:
Excelente crónica, Richard, ¡cómo me habría gustado estar allí! ¿Alguien tiene algún video? Si es así, sería un detallazo que lo subiera.
increible critica, yo no pudiese haberla escrito mejor, deacuerdo en todo, salvo en lo del chico de la mesa, A LA PUA, hizo un concierto musicalmente mucho mejor de lo que pudimos escuchar, por desgracia, el sonido de las guitarras sonó excesivamente amontonado y apocopado, por ello que todas mis criticas recaigan sobre el chaval de la mesa, por inutil, por lo menos durante la actuación de los puas, por lo demas, juanfri.... genial, ..... un maestro.... ya me lo demostro tokando un bajo de cinco cuerdas el dos dias antes, tokandolo con la maestria de un genio, de alguien... que pese a ser un spanish rokanrroler, es un genio para casi todo lo q hace, y logró que el concierto de las fiestas de a la pua, fuese, en pocas palabras... muy muy bueno.
Un saludete para la nueva incorporación que se defendió genial, y para el resto del grupo que como siempre .... manejo sus instrumentos como verdaderos prodigios. felicidades a la pua... una vez mas.
Me
por cierto, los perpetual sentiment of emptyness no estuvimos mal tampoco, xd
Pedazo de crónica que te has marcado Richard, leyéndola duele todavía más no haber podido estar allí…
La verdad es que la fuerza de voluntad y las ganas de hacer música que ha demostrado Juanfra todos estos anyos es admirable. Sin parar de tirar del carro a pesar de dificultades, cambios en formación, la inversión de tiempo y pasta que un proyecto como Alapúa requiere...
Da gusto ver que los frutos de tanto esfuerzo están ahí: canciones que llegan, discos grabados, cantidad de conciertos y el apoyo de la gente que sigue a Alapúa. Es difícil imaginar lo que se debe sentir subido a un escenario tocando tus propias canciones y viendo disfrutar a la gente abajo…
Abrazo a Merovingios y Púas!
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