Estimados merovingios,
siguiendo las huellas de los maestros templarios, vuelvo de tierras orientales. El objetivo principal era, cómo no podía ser de otro modo, la búsqueda de nuestro Grial particular, o en su defecto, de Luis Aragonés y Güiza. He de reconocer que fallé en ambas tentativas. Os dejo de todos modos unas instantáneas del viaje.
3 comentarios:
Una ciudad que todos deberíamos visitar, sin duda. Además, no debe ser muy cara. A ver si un día se acaba la crisis y volvemos a viajar.
Según informaciones confidenciales que acabo de recibir, el grial se haya debajo de la cama de Luis Aragonés; a ver si tienes valor de meterte ahí
siempre he sospechado, y me lo acabas de confirmar, chafardero, que lo de "sabio de hortaleza" le venía a Luis de sus conocimientos esotérico-herméticos :-)
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