Lo de ayer no me lo esperaba. El cantante de Def Con Dos, condenado por el tribunal supremo a un año de prisión.
No sé si seguíais el caso, porque viene de lejos. Tras ser juzgado y absuelto con anterioridad, la fiscalía recurrió, y ayer el supremo no ha ordenado repetir el juicio ni algo por estilo, directamente ha establecido una condena de un año a un cantante de un grupo satírico por haber escrito seis tuits.
Tenía pensado escribir una entrada sobre este tema. Pensaba que la sentencia sería nuevamente a favor de la libertad de expresión, como ocurrió con los pobres titiriteros o con el concejal Zapata. Y aún así quería contar que perdíamos todos, porque gente como Zapata se libra porque son políticos y tienen a su servicio caros abogados que les permiten defenderse, pero para cualquiera de nosotros sería imposible. Si digo una chorrada en un tuit y me llevan a juicio por ello ya me han jodido, incluso aunque al final me absuelvan: en mi vida corriente y atropellada no puedo ni plantearme el ponerme a buscar abogados ni asistir a juicios. A una persona normal la harían polvo sólo con la acusación formal.
Leed los tuits de Strawberry. Es evidente que lo que el cantante quería hacer no son más que chistes o gracietas, como otros millones en twitter, de sesgo similar y del opuesto. No eran amenazas, ni insultos, ni vejaciones, que tantas veces quedan impunes injustamente. Es normal que molesten a cierto sector. Sacados de contexto, se puede entender que puedan resultar ofensivos para cierta gente. Hilando muy fino, se podría admitir incluso que le cayera una multa al autor. Pero lo del año de prisión nos lleva a otros países o a otras épocas.
En twitter sigo a un usuario llamado Arezno. Es un personaje muy cabrón y muy ácido, le llegaron a cerrar la cuenta un tiempo porque había un tío que se metió un poco con él, y como respuesta se le ocurrió publicar la foto de este tío diciendo que era el pederasta de Ciudad Lineal. Era evidentemente absurdo, porque la foto del auténtico pederasta estaba en todos los periódicos, pero da una idea del sentido del humor de Arezno. Como otros, hace algunos años se dedicaba continuamente a escribir bromas sobre Carrero Blanco, puesto que hubo un tiempo en el que parecía que este país había pasado página y no pasaba nada por hacer gracietas sobre el hombre que estaba llamado a perpetuar la dictadura y cuya muerte fue decisiva para la llegada de la democracia. Cuando hace un tiempo resultó que no y empezaron a llevar a la gente a juicio por hacer chistes que decían "volando alto", Arezno empezó a tuitear "traedme tabaco a la cárcel". Hoy estoy a punto de dejar de seguirlo porque básicamente apenas tiene ya gracia. Se nota que piensa dos veces cada palabra que escribe. Describe muy bien cómo este país se transforma en en un lugar gris, atemorizado y sumiso.
Como decía otro tuitero al que sigo (y que ahora no puedo encontrar): libertad de expresión es poder contar chistes sin tener miedo.